lunes, 20 de febrero de 2012

A MI DE CICLOS.

Estimado amigo, había olvidado comentarle, que esta usted cordialmente invitado a mi mas reciente y próximo suicidio.

Empezar, acabar, pasar al siguiente tema…
Empezar, acabar, pasar al siguiente tema…
Empezar, acabar, pasar al siguiente tema…
Empezar, parar, continuar, acabar, corregir, leer, escribir la segunda parte…
Estoy construyendo, con muchísimo cuidado y algunos ingredientes tales como: pelos de gato, fibras sensibles que quedan colgando de las películas que graba Hollywood, dolor de los libros que leo y al cerrarse encierran pasados, besos que se derritieron y hoy recojo del suelo aunque ahora, estén pisados y maltratados, pasión de esa que se aferra a las paredes de las habitaciones cuando los cuerpos tiemblan, sudan, comulgan, una especie de parasiempres poco ortodoxos pero al fin y al cabo parasiempres (aun no los uso, aun no los saco), primero tengo que suicidarme de manera más violenta, esto pasara en unos meses.  
Me resisto al ciclo de la vida, menos al ciclo mismo, acepto morir en cualquier instante, no que mueran las cosas que construyo, para ello reinventaré.
Cuando vuelva a enamorarme… no se que pasara, no sé como lo haré, no sé de quien, no sé cuando, no se por cuanto… pero cuando vuelva a enamorarme, lo pienso poco, me interesa menos, pues ahora solo necesito suicidarme limpia y violentamente, esto pasara como en junio o julio.
TODO, funciona exactamente en la medida que lo forzó, si gusto de algo despreocupado y “desquehacerado” lo gestiono y mi entorno empieza a funcionar de dicha manera. Si necesito crecimiento y avance, lo trabajo y mi entorno acelera el paso. Soy mi motor, mi juez, mi delito y mi propio dios.
Construyo un mundo donde hay visitantes y pocos residentes, uno donde todo funciona a la medida de mi humor y hasta la fecha, en vísperas de su nacimiento, funciona, no me interesa por cuanto tiempo porque estoy por terminar la formula de mis parasiempres y por el momento solo me interesa suicidarme definitiva, limpia y violentamente, esto pasara el 22 de junio del presente año.
Por cuestión de que en mi mundo, solo existo yo. No tengo mucho que decir que sea relevante, a excepción de que estas invitado a mi suicidio este 22 de junio del 2012 día viernes y a mi renacimiento, al cual aún no le pongo fecha pues quizá estando muerto detalle algunas cuestiones y de los toques finales a mi nuevo orden.

Carta 4

Como todo empieza y acaba.

La tristeza cumple los mismos requisitos. Y los amores imposibles. Y los orgasmos. Y los besos. Y las cartas.


Pero esta vida, querido hermano, parece no acabarseme nunca. Esta suerte de hoy me recuerda mucho a las suertes que me conocieron cuando niño, que eran bonitas, pues.
Estoy un tanto enamorado de la contrariedad de unos ojos que ni me buscan ni se emocionan al encontrarme; de una boca que no me dice nada, pero de una mujer que me demuestra tanto. No estoy muy acostumbrado a que actuen y si a que hablen. Se siente de pocamadre.

Compre una sala y un colchon, mi papa me regalo una maquina de escribir y mi mama, en toda su sabiduria, dinero "porque nunca le atina a lo que me gusta que me regale". Ya no trabajo en el bar, lo deje por problemas ajenos al trabajo. Por otro lado, estoy trabajando en tres proyectos musicales que, te garantizo, van a hacer que te cagues.

Son las 5 de la mañana y no consigo dormir. Ella se fue hace un par de horas a su casa, a dormir con su hija, una niña encantadora de apenas un añito.
Tal vez esto se acabe, como todo lo que empieza; tarde que temprano ¡zas! se acaba. ¿Sabes cuanto me importa?
Amigo, ¡esta pasando! ¿que mas da cuando/como/por que se acabe?

Creo que he perdido el toque fatalista de vivir y mi pesimismo ha salido corriendo a nosebiendonde de un tiempo a esta parte.

En fin, que sigo escribiendo canciones como siempre pero con mas madurez. Canciones que, como todo, empiezan y acaban. Igual que todo en esta vida, incluso la vida misma.

Si pudiera decir algo, oh, amigo

Seria que estamos en las mismas.

Resulta...

Que no sé cómo empezar este tema, cosa que nunca pasa...

Y decidí que este era el medio idóneo, el blog idóneo y que mejor que el momento que empiezo a aceptarlo para también contarlo, a ti...

Tengo un problema. Uno más grande del que suponíamos que tengo. Muchas de las cosas aquí narradas, solo las sabe una persona, una a la cual, ambos conocemos. Te suplico no le hagas participe de esta carta.

Siempre he sabido que tengo una doble personalidad, últimamente, mas marcada, como si una de las dos partes cediera y dejara lugar a la otra.

Hoy, hace escasos minutos, en otra de mis frecuentes noches de insomnio, me puse a pensar en esa parte que estaba desapareciendo y que por ende me llevó a pensar en la otra parte, la que aflora.

Comencé a pensar en el hecho de que Enrique, cada vez era más chiquito y que ese amor que tenia a mi familia, desapareció poco a poco con los constantes golpes de mi madre de pequeño, la lejanía de mi padre y esas largas tardes frente al televisor, aunadas a las frecuentes peleas familiares de todos contra todos, cuestión que pensaba nunca había marcado brecha en mí, pero si, lo hizo, reflejándose en un distanciamiento enorme de mis sentimientos respecto a mi familia.

Comencé a ver que esa fraternidad que sentía para con decenas de personas desaparecía y se reducía a unos pocos conforme esa gente seguía fallándome, algunos motivados, lógicamente, por no lograr entender mi forma de quererlos, otros sólo por haber sido malas elecciones como compañeros de viaje y que conforme esos pocos se fueron yendo quedándome quizá solo tú y alguno otro, empecé a ver natural el hecho de sentir a las personas como adornos con motivo de respectivas festividades, como el arbolito de navidad o el pastel de cumpleaños, adornos que pasadas esas fechas, desaparecen.

Comencé a ver, lo más cercano, una falta de pasión al querer a las mujeres y aun mas importante, una falta de dolor despues de, ellas, dejarme. Esto obviamente por mi error frente a ella y su falta de entendimiento, de ellas (sin faltas de ortografía o sintaxis en este ultimo cacho escrito), hacia conmigo. Por obvias razones, "sencillo por fuera, complicadísimo por dentro", diría yo. Sin hurgar en el profundísimo tema.

Y empecé a entender que ese niño lleno de amor a su familia, fraternidad a sus amigos, devoción hacia su pareja, se extinguía.

Luego entonces me llevo a pensar en la otra parte, el distante, lejano, seco, patán. Normal, en muchas personas, pero aun más alarmante, en lo dormido que estaba y que aun así cometió atrocidades. Tales amigo, como algo cercano a la violación o el abuso sexual cuando yo, aún no pasaba de los diez o doce años, al que disfrace como juego de entendimiento aunque créeme, de juego, no tenía nada; intento de homicidio en más de una ocasión a mis 17, 20 y 21; robo en varias etapas de mi vida, algunos de ellos más descarados que el de un simple robo de unas cervezas a un oxxo; alcoholismo en proporciones que tú has visto; infidelidad de una manera que pocos osarían llevar a la práctica aunque si, dentro de sus mas morbosos pensamientos.

Y el problema, es que el muy reciente rechazo de la última persona en la que creía podía depositar mi locura y entenderme como pareja, me hizo amar profundamente esta parte mía.

No sé, habrá que hacer algo respecto a esto, el problema es que por el momento, Trepo se siente cómodo estando aquí.