lunes, 29 de noviembre de 2010

SERÁ EN ABRIL.

ESA TARDE COLOR DE CHAMPAGNE, BAJO EL ÁRBOL AMARILLO ESE, CON EL VIENTO LEVE AQUEL, RECORDAMOS QUE ELLA SOLO CAMBIA DE CUERPO.

Amanecimos con la mirada triste esa, con la que llevábamos mas de un lustro. Con la mirada larga esa, con la que llevábamos ya mas de no se cuantos sustos. Soltamos el alma en el primer bostezo como todas las mañanas lo hacíamos ya hace tiempo; al cabo, no tenia chiste guardarla, ya que no servía mas que para escribir y en eso, ya habíamos dejado demasiada alma. Ya que no servía mas que para pintar y ya habíamos vendido demasiado de ella. Aunque siempre se quedaba un pedasito al lado de la ultima muela, ella sola se ocultaba, no fuera siendo que fuese el día.
Fue en Abril, lo recuerdo, fue con el corazón, si no me pierdo. Habíamos dejado una recámara con montañas de libretas viejas, tazas sucias de café, vasos rotos de whiskey y alguno de los dos un olor a tabaco muy profundo para salir a caminar mientras esperábamos que el mundo nos prestase otra musa fugitiva para seguir con la nueva novela, ya habíamos vendido varias, pero esto nunca termina. De repente vimos el parque ese que nunca veíamos, el árbol ese amarillo que jamas mirábamos, y lo observamos. El viento canto con afán de llevarnos y nosotros le seguimos y nosotros, caímos. Fue esa tarde color champagne, bajo el árbol amarillo ese, con el viento leve aquel, que recordamos que ella solo cambia de cuerpo pero no se va. Vimos unos ojos miel, unos ojos verdes. Vimos una piel blanca, una piel morena. Vimos un sonrisa afable. Le vimos a ella. Sus ojos nos escupieron sorpresa, la mirada se clavo en el hueco este y empezó a llenarlo. ¡Amigo mira! Son ellas, son la compañera y la amiga, son las que perdimos por tarados nosotros, por taradas ellas. ¡Amigo mira! Son sus ojos, su boca, sus manos, sus piecitos, su cabello, son sus gestos, es ella de verdad, en serio que es ella. Amigo mira, te la presento por segunda vez, me la presentas por segunda vez. Amigo, ¿como te va en Francia? ¿como te va en España?. Nos veremos de nuevo cuando termine el libro este. Esta vez, el final es uno rosa, de esos que contábamos cuando lucíamos 15 y soñábamos con esta vida.

-¿Recuerdas ese día, después de 5 o 6 años solos que volvimos a encontrarlas? Jamas decirles a ellas que ya habíamos estado juntos pero con otro cuerpo, ¡no ni decirles!
¿Pero recuerdas unos años antes, cuando pensábamos que moríamos por no poder seguir, cuando yo había vendido apenas mi primer cuadro y no teníamos ningún libro terminado, cuando vivíamos en México, cuando les llorábamos aun?
Amigo casi no respirábamos en ese entonces. Sabia que no seria para siempre así.
Y díme... ¿Cuantos cumple ya Enrique?

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